Por: Sandra Carvajal G, Desarrollo de nuevos negocios.

Escuchamos y leemos a diario que, la Inteligencia Artificial nos va a reemplazar, sin embargo, es muy posible que en el corto y mediano plazo no sea tan sencillo que esto suceda para ciertos roles en las organizaciones. El liderazgo en la era de la inteligencia artificial es un desafío emocionante y complejo que requiere una combinación de conocimientos técnicos, habilidades interpersonales, pensamiento estratégico, al igual que una profunda comprensión de los desafíos éticos y sociales. 

Los líderes de esta nueva era serán aquellos que estén dispuestos a adaptarse, aprender y liderar con una visión estratégica, basándose en un enfoque innovador y con conocimiento de la gestión del cambio hacia nuevas tecnologías. En este contexto la IA, nos sirve como herramienta para mejorar ciertas capacidades, dado que los lideres se han visto a evolucionar y adaptarse a esta era dinámica, ya que no solo transforma al líder, sino que también está transformando la industria, aquí el líder ha tenido que mejorar la comprensión profunda de las tecnologías emergentes, y la capacidad de adaptarse rápidamente al cambio con esa visión estratégica para navegar en el futuro digital.  

El primer paso para cualquier líder en esta era es educarse y comprender cómo la IA puede afectar su industria y su organización. Esto no significa que deban ser expertos técnicos, pero sí deben tener un conocimiento suficiente para tomar decisiones informadas. Los líderes deben estar al tanto de cómo la IA puede automatizar procesos, mejorar la eficiencia y crear nuevas oportunidades de negocio. Con la IA viene una serie de desafíos éticos que los líderes deben abordar. Desde la privacidad de los datos hasta la equidad en los algoritmos, los líderes tienen la responsabilidad de asegurarse de que su organización utilice la IA de manera ética y responsable. Esto incluye implementar políticas claras y transparentes, y garantizar que la IA se utilice para mejorar la sociedad en general. 

Claramente la Inteligencia Artificial (IA) hoy tiene la capacidad de entregar gran conocimiento en diferentes materias, pero no algunas de las habilidades necesarias para aplicar una gestión “humana”. A pesar de los avances tecnológicos, el liderazgo sigue siendo, en su esencia, un acto profundamente humano. La IA puede proporcionar datos y automatizar tareas, pero no puede reemplazar la empatía, la visión o la capacidad de inspirar a otros. 

La clave del éxito radica en encontrar un equilibrio entre aprovechar las ventajas de la IA y mantener la humanidad en el liderazgo. Solo así podremos construir organizaciones que no solo sean exitosas, sino también justas y equitativas en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología.